Cambio de poder en la salud pública: cómo las promotoras están transformando el sistema

Durante décadas, las Promotoras de Salud (trabajadoras de salud inmigrantes latinas) han sido la columna vertebral de la extensión de la salud pública en comunidades desatendidas. Estas mujeres, profundamente conectadas con sus comunidades, brindan educación sanitaria culturalmente relevante, generan confianza en las familias y cierran brechas entre las instituciones y los más necesitados. Sin embargo, a pesar de su papel fundamental, las promotoras han sido sistemáticamente infravaloradas y mal pagadas. La mayoría recibe estipendios de menos de $600 por año, una realidad determinada no por una falta de voluntad por parte de las organizaciones que las apoyan, sino por barreras legales y sistémicas que históricamente han impedido que esas organizaciones compensen a las Promotoras de manera justa.

En Bienestar Collective estamos trabajando para cambiar esto. Al apoyar el desarrollo de cooperativas de trabajadores independientes dirigidas por Promotora, estamos creando un camino hacia una remuneración justa y reconocimiento profesional. Este modelo permite a las Promotoras contratar centros de salud, organizaciones sin fines de lucro y otras agencias, lo que finalmente hace posible que estas organizaciones les paguen por su experiencia y liderazgo.

El problema de los estipendios

El sistema de estipendios es un síntoma de un problema mayor: la subvaloración sistémica del trabajo de las mujeres inmigrantes. Si bien los centros de salud, las organizaciones sin fines de lucro y las agencias de salud pública a menudo quieren pagarles más a las Promotoras, estas se han visto restringidas por leyes fiscales y laborales que dificultan compensarlas como profesionales independientes. Como resultado, muchas Promotoras han quedado atrapadas en un sistema que limita sus ingresos, las mantiene en la pobreza y les niega el reconocimiento que merecen por su trabajo esencial. El sistema de estipendios también refuerza la falta de autonomía, ya que organizaciones grandes y desconectadas a menudo dictan el trabajo que deben realizar las Promotoras, creando programas que pueden no alinearse con lo que las comunidades realmente necesitan. Este enfoque fragmenta la atención y limita el potencial de las Promotoras para lograr el mayor impacto.

Un nuevo modelo: cooperativas de propiedad de los trabajadores

En Bienestar Collective, creemos en un enfoque diferente, uno que centre a las Promotoras como líderes, tomadores de decisiones y profesionales. A través de nuestro programa de Desarrollo Cooperativo, asesoramos y apoyamos a Promotoras en la formación de cooperativas independientes propiedad de los trabajadores. Estas cooperativas permiten a las Promotoras:

  • Obtener un salario justo por su trabajo, liberándose del sistema de estipendios explotador.

  • Diseñar y dirigir su propio trabajo, asegurándose de que permanezca conectado, relevante y significativo para sus comunidades.

  • Generar riqueza comunitaria y crear oportunidades económicas sostenibles.

Utilizando la Educación Popular, nos reunimos con las Promotoras donde estén, ya sea en salas de estar, parques o bibliotecas, y las guiamos a través del proceso de formación cooperativa. Juntos, exploramos las desigualdades del sistema actual y desarrollamos soluciones basadas en sus experiencias vividas. Una vez que se forma una cooperativa, brindamos tutoría continua, apoyo técnico y patrocinio fiscal no extractivo para garantizar su éxito, manteniendo al mismo tiempo su total independencia.

Transformando los sistemas de salud pública

Poner fin al sistema de estipendios no se trata sólo de una remuneración justa: se trata de transformar el funcionamiento de los sistemas de salud pública. Las cooperativas de promotoras representan un nuevo modelo de colaboración, donde las promotoras contratan directamente con centros de salud y organizaciones sin fines de lucro como socios iguales. Este cambio beneficia a todos:

  • Las promotoras obtienen respeto, una compensación justa y el poder de dirigir su propio trabajo.

  • Las instituciones generan confianza en las comunidades de inmigrantes y mejoran los resultados de salud al trabajar con líderes confiables y culturalmente conectados.

  • Las comunidades reciben una mejor atención a través de programas diseñados por y para las personas a las que sirven.

Dinastía del Río Ruso, una de las cooperativas que hemos apoyado, ya está marcando el camino. Con sede en el condado rural de Sonoma, las Promotoras de Dinastía están llevando a cabo actividades de divulgación para Recursos de Bienestar, un proyecto que conecta a familias inmigrantes con recursos vitales de salud, legales y de seguridad. A través de este trabajo, están demostrando cómo las cooperativas lideradas por Promotora pueden sentar un precedente para asociaciones equitativas con agencias locales.

Un movimiento para el cambio sistémico

Este trabajo es más que una cooperativa o un proyecto: se trata de construir un movimiento. Al apoyar a Promotoras en la formación de cooperativas independientes, estamos desafiando el modelo tradicional sin fines de lucro y creando un nuevo sistema basado en la equidad, la colaboración y el poder comunitario. Visualizamos un futuro en el que las Promotoras ya no sean vistas como voluntarias o trabajadoras de caridad, sino como profesionales y líderes respetados. Un futuro en el que los sistemas de salud pública estén moldeados por las voces de los más afectados. Y un futuro donde las mujeres inmigrantes tengan el poder de transformar sus comunidades y sus vidas.  En Bienestar Collective, estamos orgullosos de apoyar a las Promotoras mientras lideran este movimiento, no como directoras de su trabajo, sino como mentoras que apoyan su independencia. Juntos, estamos cambiando el equilibrio de poder en la salud pública y construyendo un sistema más justo y equitativo para todos.

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